¿Te veríamos, si vinieras a nosotros?
Nube oscura, torre fuerte,
Silueta nocturna
Que penetra la piel y nos sujeta fuerte,

¿Te postrarías en nuestro lecho?
Huesos rotos, lobo en celo,
Padre de mentiras
Que llena la copa y rompe el velo,

¿Te dignarías a mirarnos como siervos?
Mazo de muerte, tiempos eternos,
Dios de mil mundos
Que unge mi sien alzando sus cuernos,

Nos vemos reflejados en tus ojos de dragón,
Como sangre que derraman los creyentes,
Lucero del alba, cruz invertida y ardiente,

Nacimos impuros, buscamos tu unción,
Furia aúrea, Luna solitaria y creciente
Señor de las moscas, noche rugiente.

Para los amantes el único mundo real es el que existe entre sus cuerpos
con el roce de la piel crean nuevos paradigmas, valles y montañas
con el sudor y la saliva mares y ríos
Para ellos el estar juntos es siempre la primera vez, siempre el primer beso,
no son amantes por vivir ocultos, lo son por designación cósmica,
por la fuerza invisible del destino y la burla irónica de la vida
que los deja encontrarse pero no tenerse.
Miren pero no toquen, toquen pero no prueben…
prueben pero no disfruten, disfruten pero no posean.
Los amantes no pueden poseer, porque no poseen derechos,
Son los sacerdotes del templo del amor mas puro,
son alquimistas que convierten el latón en oro,
con una mirada furtiva, una caricia breve,
estremecen las fibras del universo, crean estrellas
y cuentos y sueños, y aun con todo,
aun con esas hermosas alas que los elevan hasta el sol
aun con eso, no tienen voz ni voto,
No tienen tiempo, ni reuniones familiares,
no tienen la inmensa gratificación de la vida rutinaria,
no pueden adquirir el más valioso de los premios: la intimidad,
la gracia de amanecer cada día juntos.
No pueden aspirar a tomarse de la mano un domingo por la tarde,
No se enfrentan a los problemas más absurdos que da la convivencia.
Los amantes son seres míticos, de fábulas o cuentos,
que se alimentan de sueños y promesas,
Son frágiles y tímidos y se asustan fácilmente,
Son criaturas que antes eran personas comunes y corrientes
son elementos químicos y al combinarse crean reacciones inestables
Los amantes son nubes que desaparecen después de la tormenta
Son el clímax, la llegada a otros mundos, la exploración intrépida,
Los amantes son momentos,
Son creadores de mundos,
de tiempos,
son mártires que sufren abnegados,
dioses que son invocados,
los amantes somos esto, eso y aquello,
somos todo y nada,
los amantes somos tu y yo.

Septiembre 2022

No me había dado cuenta de que no decía nada,
no había notado que ya no se movía;
era tan solo una palabra muerta, una idea.
Había dejado de ver la razón y le devoraba la locura,
sus manos fijas en un recuerdo distante,
la imagen pura del amor perdido
y él tampoco lo notaba,
la ausencia de vida en sus manos,
la falta de asombro y la aceptación rendida
y así ambos nos dijimos: ¡eres un cadáver!

No me mata la distancia
Me mata el no tocarte,
El no recostar mi cuerpo junto al tuyo
Y saber que estás ahí,
Me da miedo que al final
No me tengas,
Que nos perdamos en este mar de confusiones,
Que no cocines mi comida
Y que no críe a tus hijos,
Que me amen otras personas,
Otras manos y otras voces que no sean tuyas,
Temo que llegue un día en que ya no te conozca
Y suene una de esas canciones
Y recuerde, de pronto, toda nuestra historia,
Como un sueño lejano, una fantasía,
No quiero, me da auténtico miedo pensar en el ya no,
Ya no será, en que se agoten los momentos,
Nuestros momentos y solo quede el hubiera,
La amargura de no saber más de ti,
Dónde estás o con quién duermes.
Tengo miedo a olvidarnos y que ambos lo dejemos así.

Te busco al atardecer
entre el sol que se extingue
y la luna que me acosa desvalido,
entre dos ciudades y olvido,
diáfanas, que se rozan sin tocarse
entre caminos de bosque y asfalto.

Te busco al abrigo de tus besos,
de luces que destellan, cobalto,
buscando en la penumbra tus labios
encuentro al fin mi destino,
el desatino de hallarte para amarte
y tener que dejarte, perdido.

Te busco en la memoria de los años,
en la helada quietud del desvelo,
en el roce furtivo de tus manos
que me hacen temblar de amor, entero,
y aun la luz refleja mi rostro en tu mirada
áurea promesa de un mundo que no tengo.

Te imagino certera y definitiva
como una temporada que tarda en llegar,
como si estuvieras escondida
en las estrofas de un poema.
Te sigo con la mirada y enumero
una a una todas las líneas y las sombras de tu cuerpo,
Con un movimiento cauto, ni fuerte ni dócil,
tu mano recorre mi cuello y sientes mi palpitar.
El cielo podría nublarse y el sol ocultarse eternamente
y no habría aun así motivo de soltarte, de dejarte ir otra vez.
Te quiero entera sin más razón que el deseo,
Te quiero de día y cuando el ocaso acecha tus ojos eternos,
Sin zonas de luz ni sombra, sin pedirte a cambio más que un beso,
Un pacto de silencio que selle nuestras almas,
Una sola voz conjunta que acalle todas las miradas.
No habrás mas recuerdos inconclusos,
más momentos de adolecer la ausencia de tu amor,
Seremos las tardes soleadas, las veredas serenas,
los caminos que abren y proponen nuevos mundos,
Seremos la vibración y la armonía de nuestros cuerpos
y tu jadeante y exhausta de extrañar mis besos
me darás tu amor y te daré todo mi cuerpo.

Abril 2022

Si pudiera quedarme atrapado en un segundo,
contigo, sobre la cúpula bañada por el sol del mediodía
que es tu amor,
Dejaría que el tiempo se quemara
como pradera en llamas
y el presente y el anhelo del futuro
se unieran en la complicidad de una mirada.
Quiero que toques mi cuerpo que se cubre de tu piel
Con tus manos,
Quiero recorrer tus labios buscando el manantial
que someta la sed que tengo de tu cuerpo.
Mirar entre las rendijas
El mar que rompe en olas confidente,
consciente, testigo de nuestros movimientos.
Somos luces y sombras
En una caverna tibia y secreta,
Momentos que inundan momentos
De caricias y versos,
La fusión exacta, la fórmula perfecta.
Somos eslabones de sueños
Que se estiran como sombras al ocaso
Somos las mañanas juntos
Con la piel abierta de deseo.
Y en tus ojos de fuego, encendidos como brazas
He fincado mi casa, el ensueño del hogar
La tumba de mil soles que perecen con fenesí
Y que inundan el aire de desasosiego.
Desenterremos el deseo que cultivamos
tanto tiempo, y vamos amarnos luego
Pero antes que tu boca sea el cáliz
Dónde nace por siempre mi deseo.

Abril 2022